Incidencias 2022 - Galería Jacques Martínez

Incidencias. Pablo De Monte

 

Los paisajes, el color, las formas geométricas y la figura humana son elementos constantes en la obra de Pablo De Monte. Frente a cada una de sus pinturas el espectador encuentra una escena, un relato en el que la acción parece haberse suspendido. Dentro de cada composición conviven el dinamismo y la quietud, una calma que parece estar por dar paso a lo inminente, a lo inevitable. En este sentido, la incidencia, en tanto aquello que acontece y que cambia el transcurso de las cosas, define para mí la esencia de las obras de Pablo. En su acepción vinculada a la geometría, la incidencia es el encuentro de una línea, de un plano o de un cuerpo con otra línea, plano o cuerpo. En la obra reciente del artista, en la que la abstracción se va abriendo camino, estos encuentros se dan entre las formas y el color, que irrumpen, y la figura humana, que se presenta ahora desmembrada. Conos y círculos de color se proyectan sobre el espacio a modo de estallidos controlados, elementos que irrumpen en la escena pero que no la desbalancean, y que resultan en composiciones en las que reina una tensa armonía.

En otro tiempo, los cuerpos pintados por Pablo eran cuerpos macizos, sólidos, marcados y definidos. Cuerpos testigos, sobrevivientes del paso del tiempo, cuerpos que parecen existir hace muchos, muchos años, colocados en escenarios, pero sin habitarlos realmente: playas, montañas, escaleras imposibles, baños de incontables azulejos y paisajes, siempre el paisaje.

Propios o tomados de cuadros encontrados pintados por otros artistas, los paisajes y la naturaleza tienen un lugar preponderante en su obra. Cuando hay ausencia de cuerpos, la marca de lo humano se hace presente en la factura de los elementos. La naturaleza, en estas obras, presenta el trabajo de la mano humana. En la pintura de Pablo hay un sistema, y esto se trasluce en cada árbol, cada camino, cada espacio que pinta. El modelado de volumen da paso a planos de color, el color pleno da paso al degradé, las veladuras y manchas conviven con colores sólidos. Al hablar de su quehacer pictórico, Pablo me dijo: la definición está en los bordes. Esta frase me quedó resonando. Los bordes contienen, tanto en el aspecto formal como en el clima y en la narración de cada una de sus composiciones. El borde, en el formato que elija en cada ocasión, delimita e impide el estallido, que sin desencadenarse, está presente. 

Carolina Jozami, 25/11/21